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l gran tiburón blanco existe
desde el Mioceno. Los fósiles más
antiguos conocidos del tiburón blanco datan de hace unos dieciséis millones de
años.3 Sin embargo la filogenia del gran tiburón
blanco sigue siendo objeto de debate. La hipótesis original de los orígenes del
tiburón blanco es que comparte un ancestro común con un tiburón prehistórico, como el megalodon. Las similitudes
entre los restos físicos y el tamaño extremo de ambos llevó a muchos
científicos a creer que estos tiburones estaban estrechamente relacionados, y
el nombre del Carcharodon megalodon se aplicó a este último. Sin
embargo, una nueva hipótesis propone que el C. megalodon y el tiburón blanco
son parientes lejanos (aunque compartiendo también la familia Lamnidae). El gran tiburón
blanco también está más estrechamente relacionado con una antigua especie de
tiburón, el tiburón mako, que al C. megalodon, una teoría que parece estar apoyada por el
descubrimiento de un conjunto completo de mandíbulas con 222 dientes y las 45
vértebras del Carcharodon hubbelli en 1988 y publicado el 14 de noviembre
de 2012.4 Además, nuevas
hipótesis vinculan C. megalodon al género Carcharocles, que también incluye
otros tiburones como el Megalodon; el Otodus obliquuses el antiguo
representante de el género extinto Carcharocles.5
Nombres comunes
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sta especie recibe multitud de nombres a
lo largo de su área de distribución. En español, las denominaciones
más comunes son tiburón blanco y gran tiburón blanco (esta última
influida por el nombre en inglés, great white shark).
El nombre de «blanco» se debe a que en algunos ejemplares viejos, con el paso
de los años, se ha ido aclarando el tono negruzco de su dorso hasta un gris
claro, y junto al blanquecino del vientre les da el aspecto de ser blancos. Y
como escualos que son, siguen creciendo a lo largo de su vida, y cuanto más
viejos más grandes; de ahí lo de «gran blanco».
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n España, la denominación
tradicional de origen medieval (recuérdese que la propia palabra tiburón procede de las lenguas caribe, y por tanto no se
incorpora al español hasta el siglo XVI) lo identifica como jaquetón (aumentativo de
jaque, amenaza), nombre que junto con distintos adjetivos se aplica también a
muchas otras especies de la familia Carcharhinidae. Existe también el nombre jaquetón blanco, derivado de la fusión
entre el nombre anterior y el de tiburón blanco, más popular en la actualidad.
El nombre de marrajo, como se le menciona a veces, puede llevar a
confusiones con otras especies de tiburones.
por denominaciones más truculentas como «devorador de hombres».
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